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Te cuento un poco de mi historia

Me llamo Ismael Kauak. Actualmente soy coach financiero y ayudo a personas con ingresos irregulares a tener unas finanzas infalibles y una economía predecible, estable y tranquila. Sin embargo, para llegar a hacer eso tuve que recorrer un largo camino. Aquí va un poco de mi historia:

Sobre mi Ismael Kauak Coach Financiero

Mis inicios

Después de vivir una infancia marcada por la incertidumbre financiera familiar que nos generaban los ingresos irregulares de mi papá (que era un trabajador independiente), entendí que la clave era ser profesional y tener un sueldo estable. Así que me esforcé mucho en la media y entré becado a estudiar ingeniería a Valparaíso.

Luego de titularme, tuve la oportunidad de hacer lo que más me hubiese gustado en ese momento, que era quedarme trabajando con unos profesores en la Universidad haciendo investigación y docencia, pero como lo que yo “quería” era buscarme un trabajo y comenzar a ganar harto dinero, nos mudamos con mi actual esposa a Santiago.

Después, con el tiempo, me di cuenta de que lo que yo realmente quería era nunca tener problemas de dinero. Quería un trabajo estable porque quería seguridad para poder formar una familia con mi esposa, sin que el dinero fuera una fuente de discusiones.

Durante 5 años pasé por varios trabajos, siempre dando saltos diagonales para ir ganando más dinero, pero los trabajos eran cada vez más estresantes. Tenía que quedarme trabajando hasta tarde, conectarme los fines de semana, los feriados. Casi no tenía tiempo para estar con mi esposa ni amigos, ni tampoco tiempo para mí. Al final me encontré persiguiendo el dinero en lugar de priorizar lo que yo realmente más valoraba y sentía que no había otra forma de hacer las cosas más que esa.

Un cambio radical

Justo en esos años de mayor estrés, entré al mundo del desarrollo personal y leí un libro que se llamaba “Despierta al gigante que llevas dentro” de Tony Robbins. Ahí había una frase que decía algo como: “No es que TENGAS que ir a trabajar. Tú eres libre de ELEGIR qué quieres hacer con tu vida, así que si hay algo que no te gusta, puedes elegir dejar de hacerlo”. En ese momento me di cuenta de que efectivamente era libre de yo establecer mis prioridades y si no estaba satisfecho, podía cambiar las cosas, así que después de 6 meses renuncié a mi trabajo.

Luego de renunciar y contactar con un antiguo profesor, comencé a hacer clases en la Universidad. Era algo que siempre me gustó y ahora que entendía que era libre, comencé a hacerlo. Sin embargo, cuando eres profesor Part-Time, no te pagan todos los meses. De hecho, hay 2 o 3 meses al año donde no recibes ningún pago. Desde que había empezado a trabajar, recibía un sueldo fijo todos los meses, pero ahora mis ingresos era irregulares y habían disminuido bastante. Esto era algo que yo no sabía gestionar, por lo que el dinero había comenzado a hacer un problema.

Yo seguía gastando como antes, pero la situación era lejísimos de ser igual a la anterior. Me empecé a consumir mis ahorros mensuales y todos los meses tenía menos dinero. Si no hacía algo distinto, pronto iba a tener que dejar atrás todo y volver al estrés de tener que perseguir el dinero y sacrificar las cosas que más valoraba, como el tiempo con mi esposa, familia y amigos. Me comencé a poner nervioso y a estresarme, porque no era algo a lo que quisiera volver. Era como una profecía autocumplida, estaba justo en la situación que quería evitar: Los ingresos irregulares, al igual que cuando yo era pequeño, me estaban complicando la vida.

La clave de las finanzas personales

Por ese entonces yo ya estaba metido en el mundo de la educación financiera, había leído varios libros como famoso “Padre Rico, Padre Pobre”, seguía a influencers, youtubers, escuchaba podcasts e incluso ya había ganado cierto dinero con unas inversiones que tenía. Fue entonces cuando di con un youtuber de educación financiera que enfocaba el mundo del dinero desde una perspectiva que nunca había visto. 

En uno de sus videos mencionó algo como que el dinero funciona como nuestro estómago cuando salimos a comer afuera. Vamos, elegimos el plato que queremos comer y, algunas veces, mientras esperamos, llegan con un pan calentito con mantequilla y pebre. Por alguna razón ese pan siempre sabe extremadamente rico y como ya tenemos hambre, lo comenzamos a comer y comer y nos lo terminamos todo. Así, para cuando llega el plato de comida, que fue a lo que fuimos al restaurant, ya estamos llenos y no tenemos tanto espacio. Lo mismo pasa con el dinero: Nos gustaría lograr objetivos, irnos de vacaciones, tener estabilidad, salir de deudas, lo que sea, pero mientras eso pasa, en nuestro mes a mes nos ponemos a gastar en cosas que nos gustan o que estamos acostumbrados, que son ricas como el pan, pero que no son realmente lo más importante para nosotros. Así que nos quedamos sin espacio (o sin dinero) para lo importante. En ese momento le encontré todo el sentido y comencé a pensar en esa idea tan simple.

En la teoría sonaba bonito, al final no se trataba de sufrir, sino que de priorizar. Porque, aunque quieras comerte el plato principal que pediste, o lograr tus objetivos más importantes, el problema es que por naturaleza humana siempre vamos a querer comernos “ese pan” primero (o pensar en el corto plazo y gastarnos todo el dinero en el día a día). Por eso, para que esto funcione de verdad, lo que se necesita en un SISTEMA que nos permita realmente valorar de igual manera nuestros objetivos más importantes, a nuestras gastos del día a día. Un SISTEMA DE FINANZAS CONSCIENTE, donde nosotros elijamos libremente qué es lo importante y que luego este sea capaz de decirle a nuestro dinero qué hacer, dónde debe irse para cumplir nuestras prioridades.

Un sistema de finanzas infalible

Después de seguir profundizando en el tema, leer libros sobre consciencia financiera como la bolsa o la vida o la transformación total de su dinero y de pasar por formaciones sobre finanzas personales, comencé a desarrollar mi propio sistema y lo implementé en mi vida. Definí mis objetivos: qué era lo que quería lograr, qué era lo más importante para mi y luego lo valoricé: sabía cuánto dinero debía destinar mensualmente a mis objetivos y cuánto ahorrar para mi tranquilidad financiera. Luego, implementé un método de control para que nunca me faltara dinero en el mes a mes, incluso teniendo ingresos irregulares.

Después de implementarlo, mis problemas desaparecieron: pasé de mi situación anterior, donde consumía mis ahorros, a ahorrar e invertir un 25% de mis ingresos. Los meses de verano, donde no tenía ingresos, podía vivir tranquilo e incluso seguir invirtiendo y ahorrando, porque mi sistema contemplaba que algunos meses ganaba menos dinero. En este periodo incluso salimos de vacaciones familiares a Disney Orlando en 2021, donde nos hospedamos en un resort y visitamos 6 parques de diversiones. Incluso hace poco me fui de vacaciones con mi mamá a Europa por 2 semanas, todo sin deudas, y gastando feliz, sin preocupaciones ni estrés, porque el dinero estaba contemplado para eso.

Además de ayudarme a mi mismo, he tenido el placer de ayudar a decenas de personas con sus finanzas personales. Una de ellas, al empezar el proceso tenía miedo de revisar su cuenta bancaria porque no quería ver con qué se iban a encontrar, debía más de un sueldo completo con su tarjeta de crédito y ya no le alcanzaba para pagarla a fin de mes. Al finalizar el proceso, ya tenía consciencia sobre sus gastos y hoy ya no tiene deudas, sino que ahorros, y su relación con el dinero es muchísimo mejor. Otro ejemplo es una persona que ganaba un buen sueldo, pero no sabía en qué gastaba su dinero, y, después de 5 años trabajando, no tenía nada ahorrado. Luego del proceso ya tenía un sistema de finanzas armado, objetivos claros y ahorros para comenzar a lograrlos. De hecho, hace poco se fue por primera vez de vacaciones sin nada de deuda (¡al sudeste asiático!). Esos son solo algunos de los ejemplos de personas que han transformado completamente su relación con el dinero: ahora no es una fuente de estrés, sino que una herramienta para lograr sus objetivos y vivir una vida más feliz. 

Hoy en día...

Hoy tengo recursos suficientes para vivir más de 4 años sin trabajar si lo quisiera. El dinero es una herramienta que utilizo para lograr mis (y nuestros) objetivos familiares, y para vivir la vida que queremos.

Pero más que la cantidad de dinero ahorrado, lo que más valoro es la tranquilidad de que el dinero ya nunca será un problema, porque sé que mi sistema gestiona el dinero a la perfección, lo que nos da estabilidad y espacio para planificar nuestro futuro. Hoy, además de todo tenemos una bebé, que nació hace poco, y sé que a ella tampoco nunca le va a faltar nada, ni que tampoco le voy a fallar porque un mes recibí menos dinero que el anterior.

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